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Estamos en pleno verano y, aunque a todos nos encanta disfrutar de esta época del año, nuestros vehículos pueden sufrir por la exposición prolongada al sol y al calor extremo. El sol puede causar daños tanto en el exterior como al interior de tu coche, reduciendo su vida útil y su valor de venta. Hoy vamos a hablar de algunos trucos y consejos para mantener tu coche en óptimas condiciones durante los meses más cálidos.
La importancia de proteger tu vehículo del sol
¿Te imaginas disfrutar de tu vehículo durante años sin tener que preocuparte por los daños causados por el sol? Una manera efectiva de lograrlo es utilizando un parasol para el parabrisas. Este simple accesorio ayuda a proteger el interior del coche de los rayos UV y evita que se dañe el salpicadero y los asientos de tu coche. Al colocar un parasol al estacionar el vehículo, también evitarás que la temperatura interna aumente excesivamente. Asegúrate que el parasol cubre bien todo el cristal.
Aunque nos pueda parecer muy obvio, aparcar a la sombra es una de las maneras más efectivas de proteger tu coche del sol. Siempre que sea posible intenta aparcar en lugares con sombra, sobre todo en las horas del día de más calor y especialmente cuando las temperaturas son extremas, o estamos atravesando por una ola de calor.
Si tienes pensado no mover el coche durante unos días, lo mejor es dejarlo en un parking cubierto, para evitar desagradable sorpresas.
Tintar las lunas es una excelente opción para proteger el interior del vehículo. Esto puede reducir significativamente el impacto de los rayos UV, lo que protege el interior del coche del desgaste y la decoloración.
También puedes utilizar protectores solares para las ventanas, cómo por ejemplo cortinillas. Estos accesorios no solo ayudan a reducir la entrada de luz directa y calor al interior del coche, sino que también contribuyen a preservar el interior, como los asientos y el salpicadero, evitando su deterioro. Además, los protectores solares pueden proteger los objetos personales que se encuentran dentro del vehículo de posibles daños causados por la exposición prolongada al sol. Por tanto, al incorporar estos accesorios a tu coche, estarás garantizando una mayor durabilidad y confort en cada viaje.
Lava y encera tu coche regularmente
Mantener la pintura de tu vehículo protegida del sol es esencial para mantenerlo en buen estado. Lavar y encerar tu coche no solo lo mantiene limpio, sino que también protege la pintura del sol. La cera actúa como una capa protectora y evita que la pintura se oxide y se decolore. Se recomienda encerar el coche al menos cada tres meses para mantener esta capa protectora en buen estado. Una forma efectiva de lograrlo es utilizando una cera especial para proteger del sol. Esta capa de cera no solo proporciona un brillo adicional a la pintura, sino que también actúa como una barrera protectora contra la decoloración y el deterioro prematuro. Aplicarla regularmente ayudará a mantener el aspecto original de tu vehículo.
Ventila el interior del coche regularmente
Mantener el interior de tu coche bien ventilado es una práctica que va más allá de simplemente abrir las ventanas. Este hábito no solo contribuye al confort y bienestar de los ocupantes, sino que también juega un papel crucial en la salud del vehículo y la calidad del aire en su interior. Al permitir que el aire circule, evitas que se acumule calor y humedad, que pueden dañar el interior. Abre las ventanas cuando estés estacionado en un lugar seguro o utiliza la ventilación interna de tu coche para refrescar el ambiente. Recuerda también limpiar regularmente las rejillas de ventilación para garantizar un flujo de aire óptimo.