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La mayoría de los conductores intentamos reducir el consumo de combustible de nuestro coche utilizando la marcha más larga y conduciendo a bajas revoluciones.
Pero tenemos que tener muy en cuenta la forma de hacerlo, porque si llevamos al límite al motor, el ahorro nos puede costar muy caro.
La realidad es que reducir el consumo de combustible depende de muchos factores.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es el motor de nuestro coche, y el tipo de vía por la que estamos circulando.
Usar una marcha larga puede ser recomendable para momentos de muy baja carga de motor, aprovechando una pendiente favorable o llaneando.
Algunas de las piezas de nuestro vehículo pueden sufrir más de lo normal si circulamos constantemente con el motor de nuestro coche a bajas revoluciones.
El sobreesfuerzo puede producir un desgaste prematuro en piezas como la caja de cambios, los cilindros, los pistones o el filtro de partículas.
Si haces que el motor trabaje siempre muy bajo de vueltas generarás esfuerzos y vibraciones que antes o después terminarán en una avería.
Aunque nos gustaría que nuestro coche fuera eterno y no se estropeara nunca, lo cierto es que con el paso del tiempo sus prestaciones cambian y sus componentes se deterioran.
Por eso es importante realizar los mantenimientos y revisiones aconsejables para intentar prevenir y disminuir en la medida de lo posible, averías y problemas grabes.
En definitiva si conoces como trabaja el motor y el desarrollo de la caja de cambios, realizas los cambios con sentido común, y mantienes los componentes de tu coche en buen estado, podrás sacar rendimiento a la hora de ahorrar combustible y no se convertirá en un problema.