Mientras circulamos con nuestro coche a diario, podemos observar que es bastante habitual encontrarnos en nuestra ciudad con multitud de badenes o reductores de velocidad, sobre todo cuando circulamos por vías muy transitadas o en las que hay colegios, polideportivos, hospitales, etc.

Ya hemos hablado en otras ocasiones de la importancia de circular respetando las normas de circulación.

Estos badenes están pensados para que circulemos a menor velocidad por esas vías que pueden resultar con más riesgo de accidente.  

Aunque nos resulte muy incómodo pasar por este tipo de badenes con especial cuidado, es de gran importancia, ya que, pueden provocar averías  en nuestro vehículo.

A veces, por qué no los hemos visto a tiempo o simplemente por un despiste, los pasamos a velocidad elevada.

Las consecuencias de circular por estos badenes demasiado deprisa pueden ser muy negativas para nuestro coche, y podemos dañar multitud de componentes.

Algunos consejos para pasar por un badén 

Lo ideal es pasar por este tipo de obstáculos con las dos ruedas, para intentar que nuestro coche sufra lo menos posible y no termine afectado al equilibrado y paralelo de los neumáticos.

Circula siempre a la velocidad aconsejada, si los pasas a mayor velocidad los neumáticos sufrirán un mayor impacto y afectará a su vida útil.

Tampoco frenes en seco al llegar al badén, pisar el freno a tope cuando ya estamos entrando en el badén, no te evitará el golpe y podrías provocar una avería.

Si haces una conducción agresiva sobre badenes acortarás la vida de los amortiguadores.

Tampoco es aconsejable pisar el embrague ni hacer un cambio de marcha.

Acelera siempre con cuidado al salir del resalto.

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